China, el principal
productor de tierras raras del mundo, planea crear un índice de
referencia mundial para los precios de los metales de tierras raras, con
el objetivo de fortalecer la fijación de los precios de estos recursos,
dijo hoy jueves un principal productor nacional.
La bolsa de tierras raras recién fundada por el país contará con el apoyo las instituciones de información financiera y de futuros para componer este índice de precios, indicó Zhang Zhong, gerente general de Baotou Steel Rare-Earth (Group) Hi-Tech (REHT, siglas en inglés), el mayor productor de tierras raras de China, durante una importante conferencia anual de la industria.
Sin embargo, Zhang no reveló ningún itinerario o detalle sobre la creación del índice.
Junto con otros nueve firmas e instituciones, la REHT lanzó el miércoles junto con otras nueve firmas e instituciones de tierras raras una plataforma de comercio de estos recursos en la ciudad de Baotou, en la septentrional región autónoma de Mongolia Interior, con una inversión total de 100 millones de yuanes (15,87 millones de dólares). Los diez compañías e instituciones producen alrededor del 88 por ciento de la producción anual de tierras raras de China.
Zhang agregó que tomará algún tiempo el comienzo de las transacciones en la bolsa debido a que no han terminado algunos preparativos.
China abastece ahora más del 90 por ciento de la demanda mundial de los metales de tierras raras, aunque cuenta con sólo el 23 por ciento del total de las reservas del planeta. Zhang señaló que esta proporción de suministro sufrirá un disminución sustancial en los próximos años.(El pueblo en línea)
La bolsa de tierras raras recién fundada por el país contará con el apoyo las instituciones de información financiera y de futuros para componer este índice de precios, indicó Zhang Zhong, gerente general de Baotou Steel Rare-Earth (Group) Hi-Tech (REHT, siglas en inglés), el mayor productor de tierras raras de China, durante una importante conferencia anual de la industria.
Sin embargo, Zhang no reveló ningún itinerario o detalle sobre la creación del índice.
Junto con otros nueve firmas e instituciones, la REHT lanzó el miércoles junto con otras nueve firmas e instituciones de tierras raras una plataforma de comercio de estos recursos en la ciudad de Baotou, en la septentrional región autónoma de Mongolia Interior, con una inversión total de 100 millones de yuanes (15,87 millones de dólares). Los diez compañías e instituciones producen alrededor del 88 por ciento de la producción anual de tierras raras de China.
Zhang agregó que tomará algún tiempo el comienzo de las transacciones en la bolsa debido a que no han terminado algunos preparativos.
China abastece ahora más del 90 por ciento de la demanda mundial de los metales de tierras raras, aunque cuenta con sólo el 23 por ciento del total de las reservas del planeta. Zhang señaló que esta proporción de suministro sufrirá un disminución sustancial en los próximos años.(El pueblo en línea)
¿Cómo reaccionar ante el monopolio chino sobre los metales estratégicos?
Las
"tierras raras" son necesarias para la fabricación de una larga lista
de componentes y sistemas sin los cuales unas Fuerzas Armadas modernas
no pueden existir. Además de los casos más conocidos como las baterías,
la lista incluye los satélites, el láser, las bombas inteligentes, los
equipos de visión nocturna, los motores a reacción, y los radares. Son
también necesarios para fabricar componentes civiles, como los discos
duros, con aplicaciones militares.
China: la gran privilegiada
Actualmente
el principal productor y exportador de estas sustancias es el gigante
asiático. El año pasado produjo el 97 por ciento de los óxidos de
tierras raras.
Este
cuasi monopolio despierta cada vez más alarma en Occidente y Japón,
siendo observado con gran preocupación en medios económicos y de
seguridad y de defensa. Dicha preocupación ya no se expresa solamente en
privado, sino que el Pentágono está finalizando un informe, que se
prevé será publicado a finales de mes, sobre los riesgos que para las
Fuerzas Armadas estadounidenses supone esta dependencia.
Los
últimos años las autoridades chinas están intentando restringir las
exportaciones de tierras raras, y así lo han anunciado públicamente. Las
cuotas de exportación para el segundo semestre de este año han sido
recortadas un 72 por ciento, de manera que no superen las 8.000
toneladas, frente a las 28.500 del mismo periodo el año 2009.
La
gran pregunta es: ¿a qué obedece dicha política? ¿Se trata de maximizar
los ingresos por la venta de estos metales? ¿Intenta China limitar el
impacto ecológico que supone su extracción o hay algo más oscuro detrás
del recorte de las exportaciones?
La
primera política sería lógica, puesto que mayores ventas no siempre
suponen mayores beneficios. La segunda es la expuesta oficialmente por
Beijing, y cuenta con la ventaja de ser políticamente correcta y
responder a una de las críticas que periódicamente recibe el modelo de
desarrollo chino. La tercera supondría añadir un elemento más a la larga
lista de preocupaciones que el ascenso chino despierta en círculos de
seguridad nacional de otros países.
¿Supone la dependencia china una amenaza?
Es
imposible saber con exactitud los motivos que empujan a Beijing a
limitar las ventas de metales estratégicos, debiendo además tener en
cuenta que puede tratarse de una combinación de objetivos.
De
hecho, quizás más que en las intenciones deberíamos fijarnos en las
consecuencias. Es decir, con independencia de las motivaciones de
Beijing, ¿supone el actual grado de dependencia una amenaza para la
seguridad nacional? ¿Deberían potencias como la Unión Europea, Japón, o
los Estados Unidos, tomar medidas?
A
la vista de la larga lista de componentes militares para los que es
imprescindible contar con las tierras raras, es difícil llegar a una
conclusión que no sea que, efectivamente, es necesario evitar que
Beijing pueda obtener contrapartidas políticas de su actual casi
monopolio.
Lo
contrario sería entregar a China una carta que podría utilizar en todo
tipo de crisis, por ejemplo, un bloqueo naval de Taiwán que buscase la
finlandización de la isla, o un golpe de mano en el mar del Sur de la
China que pretendiese su conversión en aguas territoriales chinas.
¿Qué alternativas hay al suministro chino de tierras raras?
En primer lugar, es preciso dejar claro, para evitar confusiones, que
China no es el único país del mundo donde es posible hallar las
denominadas tierras raras. De hecho, por poner un ejemplo, los Estados
Unidos eran autosuficientes hasta 1990.
¿Por
qué ahora dependen en un 90 por ciento de la producción china?
Sencillamente una serie de obstáculos legales, en gran parte
medioambientales, forzaron la clausura de la mina de Mountain Pass, en
California, el año 2002. Ello, y los menores costes chinos, han llevado a
la situación actual.
Según
un informe de la GAO (Government Accountability Office), organismo
estadounidense de investigación, control, y auditoria, dependiente del
legislativo, publicado en abril, otros países que podrían abrir o
reabrir minas de tierras raras son Canadá, Australia, y Suráfrica. El
informe advierte que reconstruir la cadena de suministro estadounidense
podría requerir hasta 15 años.
Aunque sería positivo y deseable que algunas de estas minas proporcionasen una alternativa a China, desde un punto de vista de seguridad y de defensa, es vital reforzar las reservas estratégicas de las tierras raras. Es decir, seguir con una política iniciada por el presidente Reagan en los Estados Unidos, cuyo gobierno invirtió 100 millones de dólares en existencias de metales y otros materiales estratégicos. Se trata de asegurar el suministro durante una crisis o un conflicto corto, evitando que Beijing pueda recurrir al chantaje.
También
interesaría limitar el uso que China pueda hacer de la excusa del medio
ambiente para recortar las cuotas de exportación, excusa que no ha
impedido todo tipo de prácticas aun más negativas para la naturaleza y
la salud humanas en otros campos y que, por tanto, no goza de excesiva
credibilidad. Normalmente el recurso a esta excusa suele ir acompañada
de apelaciones a las transferencias de tecnología "verde".
Así
parece entenderlo la patronal japonesa, que ha hecho saber, durante una
visita de una delegación a China a principios de mes, que se creará un
comité conjunto con representantes gubernamentales nipones para explorar
dicha vía. Japón es otro país completamente dependiente de los metales
estratégicos chinos.
En
el fondo del problema subyace la falta de una fuerte cultura de la
defensa. Aunque el fundamento de una economía fuerte debe ser el
mercado, ante quien no respeta sus reglas y pretende distorsionarlo en
su beneficio sólo cabe reaccionar con serenidad y tacto, pero con
firmeza. Beijing solo respeta la fortaleza, jamás el buenísimo.
* Alexandre Calvo Cristina
Profesor de relaciones internacionales, European University.
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