miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿Huyó Hitler a Argentina o realmente se suicidó en su búnker de Berlín?. Buscando respuestas.

En esta vivienda se escondió Hitler hasta su muerte en caso de huir de Alemania como hicieron muchos jerarcas Nazis? .

Este "refugio" se halla situado" en una escondida orilla del lago Nahuel Huapi en la Patagonia Argentina.


Imagen de la casa de la Patagonia donde supuestamente huyó Adolf Hitler. | Cedoc / Perfil.com

El diario argentino Perfil alimenta un poco más, si cabe, la leyenda de que canciller alemán acabó sus días en La Patagonia argentina. El sitio web, haciéndose eco de informaciones publicadas a raíz de varios libros que hablan sobre la supuesta huida del 'Fürher' al país suramericano -entre estos, 'El escape de Adolf Hitler'-, 'descubre' ahora las imágenes del lugar donde pudo pasar sus últimas décadas de vida, en las montañas de Villa La Angostura.

De ser cierta esta teoría, la casa de Inalco, con 460 hectáreas de terreno, estaría situada en una de las orillas más escondidas del lago Nahuel Huapi, en la Patagonia argentina. Según apunta el diario, el abogado Enrique García Merou compró el terreno y contrató al arquitecto Alejandro Bustillo que firmó los planos de construcción en marzo de 1943. En los años 70, la granja pasó a manos de José Rafael Trozzo que mejoró mucho las instalaciones. En la actualidad son sus herederos los que han puesto en venta esta vivienda alimentada por los misterios y secretos.
Los planos de la casa, del arquitecto Fernando Bustillo | Mariana Muriel Fernández / Perfil.com
Los planos de la casa, del arquitecto Fernando Bustillo | Mariana Muriel Fernández / Perfil.com
Similar a su casa de los Alpes

La casa tiene varias zonas diferenciadas. En el primer piso cuenta con seis habitaciones, la más grande con balcón, y tres baños. Al final del largo pasillo se encuentra una pequeña habitación con baño pero que a la que se accede desde unas escaleras exteriores. En la planta baja de la supuesta vivienda de Hitler se encuentra el salón (con grandes vistas al lago), la cocina y tres habitaciones más con sendos cuartos de baño.

Esta información del diario argentino se publica gracias al testimonio de un ex alumno del Colegio Alemán de Buenos Aires. Porque, en 1993, la propiedad se convirtió, sólo durante 10 años en un complejo destinado a los viajes de estudios ya no sólo de este colegio sino de todos centros alemanes de la zona. Con esta transformación, el establo se convirtió en el albergue con baños y una gran sala de recreo.

Además de las teorías en torno al viaje del canciller a la Patagonia, según diversos estudios, la estructura interna de la vivienda es muy similar al Berghof en los Alpes.

Diversas hipótesis sobre su muerte

Pero esta no es la primera vez que esta leyenda sale a la luz. Ya en el año 2008 un investigador argentino calificó de "farsa" la teoría del suicido y explicó que, con el caos provocado por el final de la II Guerra Mundial, el canciller alemán huyó a España. Tras esto, supuestamente el líder del Tercer Reich viajó en submarino hasta América Latina. En 2010, el periodista Abel Basti publicaba el libro 'El exilio de Hitler' para intentar reconstruir esa supuesta huida.

Pero esta hipótesis continúa causando revuelo. En septiembre de 2011, el reportaje 'El Escape de Hitler', emitido por la cadena de televisión argentina History, también apuntaba a estas suposiciones. (fuente/El Mundo)


¿Fue una farsa el suicidio de Hitler en el búnker berlinés asediado por el Ejército Rojo en 1945? El investigador Abel Basti adelanta a La Opinión que su esperado libro presentará pruebas de que consiguió escapar a través de la costa gallega

A estas alturas de la historia, resulta inexplicable por qué buena parte de los documentos del servicio de inteligencia estadounidense referidos a la muerte de Hitler —un tema oficialmente zanjado— no pueden ser desclasificados hasta 2020 —“y esto no implica que serán públicos en esa fecha, ya que pueden volver a reclasificarse”— ni tampoco el secreto que rodea a los documentos de la llamada operación Ultramar Sur, el contenido de los interrogatorios de militares argentinos a la tripulación de dos submarinos nazis —los U-530 y U-977—, que se rindieron en Argentina al término de la guerra y que Estados Unidos obligó a entregar a las autoridades del país austral. “Ahí se cuenta que el 26 de junio de 1945, un submarino no identificado fue visto en las costas argentinas mientras era reabastecido por un velero. Del sumergible, según el dosier, desembarcaron en un bote de goma un hombre y una mujer, que fueron recibidos por un ciudadano alemán.

U-Boot, abreviatura del alemán Unterseeboot, «nave submarina»


 Este dato coincide con un informe que el director del FBI Edgar J. Hoover recibió de un agente de contraespionaje en septiembre de 1944, en el que se mencionaba como posible escondite una residencia del conde de Luxburg, encargado de las relaciones públicas del espionaje alemán desde la I Guerra Mundial. Argentina entregó los submarinos y sus tripulaciones el 17 de julio de 1945, el mismo día que comenzaba en Potsdam la cumbre de los vencedores. Allí, el secretario de Estado estadounidense Jimmy Birnes preguntó a Stalin durante el brindis si creía que Hitler estaba muerto. ‘No, escapó a España o a Argentina’, le respondió el líder soviético. He conseguido también encontrar documentación en la que Stalin y otros generales soviéticos hablan de la fuga de Hitler a España. Un capitán argentino me reveló que en 1945 fue enviado con un barco a Hamburgo para embarcar con pasaportes falsos a una gran cantidad de mandos nazis. En agosto de 2003, el gobierno argentino ordenó investigar la destrucción de dosieres que revelaban la identidad de 43 jerarcas nazis llegados tras la guerra, entre ellos Eichmann, Mengele y Priebke”. 

Vigo, el puerto de embarque en la supuesta fuga de Hitler a la Argentina, según Abel Basti, fue durante la II Guerra Mundial una importante base de aprovisionamiento para los sumergibles alemanes —como se puede comprobar en la célebre película de Hollywood El submarino, dirigida por Wolfang Petersen—. 
En las profundidades de la ría viguesa, frente a las islas Cíes, se encuentran los pecios de cuatro submarinos nazis hundidos por la aviación inglesa. 
El periodista Eduardo Rolland cifra en 37 submarinos, con 1.400 tripulantes, los submarinos alemanes hundidos en aguas del sur gallego. Al menos ocho U-boot fueron aprovisionados en Vigo (los U-29, U-43, U-52, U-77, U-96, U-434, U-574 y U-575) donde operó al final de la II Guerra Mundial una importante organización de cobertura para la fuga de nazis conocida como Der Spinner. 
La actividad de los submarinos nazis en las costas gallegas llegó a ser tan intensa en los primeros años de la guerra que Churchill llegó a planear un desembarco aliado en la zona de Doniños.
¿Fue una puesta en escena con dobles el suicidio de Hitler en el búnker del Berlín sitiado? 
Resulta difícil de creer que uno de los episodios más importantes de la historia haya sido sencillamente una farsa, pero no deja de ser inquietante la acumulación de indicios aparecidos últimamente que nos dan a entender que la historia real poco tiene que ver con la historia oficial. 
No hace mucho, la BBC divulgó documentos desclasificados que prueban que los servicios de espionaje británicos conocían desde el principio el verdadero cometido de los campos de exterminio nazis —algo que siempre fue oficialmente negado— pero que no hicieron nada para no comprometer a sus fuentes de información. En la misma línea, un alto cargo del espionaje israelí, el mítico Mosad, desveló recientemente que dejaron escapar a Mengele —el monstruo de Auschwitz— por no arriesgar la captura de Eichmann. Mengele moriría sin que nadie lo molestase en Brasil en 1979. El mundialmente célebre escritor Le Carré aportó también su grano de arena a este alud de revisiones al confesar que cuando era agente de la inteligencia británica estuvo a punto de pasarse a los soviéticos. El motivo se encuentra en uno de sus libros más duros —Una pequeña ciudad de Alemania— en el que relata cómo buena parte del aparato nazi fue protegido por los aliados al final de la guerra. 
“Lo único cierto en toda esta historia —afirma Abel Basti— es que a Hitler nadie lo vio morir”.



El investigador, experto en nazis fugados a latinoamérica, ultima la publicación de ‘Destino Patagonia’ y prepara un filme con financiación europea, así como una expedición para recuperar el supuesto submarino en el que huyó Hitler desde Vigo.

El investigador Abel Basti, uno de los mayores expertos en nazis fugados a Latinoamérica, ha publicado ya Bariloche nazi (2004) y Hitler en la Argentina (2006), en los que desmenuza las supuestas andanzas del líder del nazismo y su esposa Eva Braun en Argentina en base a documentos oficiales argentinos y estadounidenses, y a gente que asegura haber visto e incluso atendido al matrimonio. Toda la prensa española se hizo eco este verano del avance de su tercer libro Destino Patagonia, que será publicado a finales de año, al asegurar que tiene “pruebas fehacientes” de la llegada del führer a España en abril de 1945. Basti, que reveló a LA OPINIÓN que su investigación apunta a que el dictador nazi fue embarcado en Vigo rumbo a Argentina en un submarino, tiene en marcha una película sobre los nazis con investigadores europeos, así como una expedición para recuperar el supuesto submarino en el que Hitler habría viajado a la Patagonia desde Vigo. 




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