Imágenes captadas por científicos alemanes de la sonda Fobos-Grunt |
La agencia espacial rusa Roscosmos prevé que los fragmentos de la sonda interplanetaria rusa Fobos-Grunt caigan a las 17.22 horas --hora española-- del domingo 15 de enero en el Atlántico, una zona comprendida entre los grados 51,4 latitud norte y 51,4 latitud sur, según informa la agencia de noticias rusa Ria Novosti.
Este sería el momento "más probable" de la caída.
Sin embargo, tanto expertos rusos como los miembros del Comando Estratégico de EEUU (Stratcom), prefieren mantener en la horquilla de fechas dos días, el domingo 15 de enero y el lunes 16.
En cualquier caso, tanto el lugar y como la hora de la caída se revisan a medida que la sonda va perdiendo altura, ya que también influyen en esas previsiones los cambios de actividad solar y situación atmosférica.
Fobos-Grunt es la primera sonda interplanetaria rusa lanzada en los últimos 15 años y, tras despegar el pasado 9 de noviembre desde el cosmódromo de Baikonur, no pudo tomar rumbo a Marte por un fallo de motores y se quedó orbitando la Tierra.
La sonda pesa 13,5 toneladas aunque su combustible, al que corresponde el grueso de esta cifra, se destruirá en las capas densas de la atmósfera. Por ello, a la superficie podrían caer entre veinte y treinta fragmentos cuyo peso englobado no supera 200 kilógramos, según expertos rusos.
El centro ruso de control de vuelos espaciales ha corregido este viernes la órbita de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) para evitar su choque con un fragmento del satélite de telecomunicaciones estadounidense Iridium 33, según ha informado la agencia rusa de noticias Ria Novosti.
Los motores del módulo auxiliar Zvezda se han encendido a las 17.10 horas --hora española-- durenate 54 segundos para acelerar a la ISS y elevar su órbita unos 1.500 metros, hasta una altura de 391,4 kilómetros sobre la Tierra.
Esta maniobra permite prescindir de la corrección programada para el 18 de enero, de cara a la llegada del carguero espacial Progress.
El 10 de febrero de 2009, el satélite de telecomunicaciones estadounidense Iridium chocó con el satélite ruso Kosmos-2251. Aquella colisión sin precedentes en la historia de la astronáutica generó unos 600 fragmentos de tamaño superior a cinco centímetros y varios miles de pedazos menores.
fuente del texto/ EP
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