Mucho se ha hablado del mito de la Atlántida. ¿Mito o Realidad?.
Numerosos intentos de búsqueda infructuosa, ubicaciones hipotéticas,
expediciones frustradas, sin contar con todo aquello que como material
de ficción ha empapado la cultura de la ficción, la novela y el
celuloide en los últimos tiempos.
I.Antecedentes científicos inmediatos.
Sin embargo, pese a todos los esfuerzos por hallarla, hasta hace
poco, muchos académicos, científicos, historiadores de diversas
Universidades, han elaborado hipótesis e incluso financiado proyectos
para localizarla.
De todos ellos tal vez el intento más reciente haya sido el dirigido por el profesor Richard Freund de la Universidad de Hartford.
En el proyecto de Freund, el objetivo versaba en analizar
detalladamente las zonas próximas al Estrecho de Gibraltar y el Parque
de Doñana en España, para intentar hallar los restos de la ciudad que
Platón denominó Atlántida.
Siguiendo a Platón, la ciudad debería ubicarse en un lugar próximo a
las denominadas “Columnas de Hércules” que corresponden al actual
Estrecho de Gibraltar. Por tanto, la hipótesis de Freund implicaba
buscar a ambos lados del Estrecho, tanto en la zona Mediterránea como
Atlántica.
La idea de Freund, fue seguida muy de cerca por el Geofísico Paul
Bauman de la WorleyParsons en Calgary y el Geógrafo Philip Reeder de la
Universidad de Florida del Sur, proyecto que implicó un despliegue de
recursos colectivo en el que participaron las autoridades españolas
durante los años 2009 y 2010.
Aunque, sin éxito, el proyecto de Bauman y su equipo, determinó una
serie de anomalías que encajaban con la descripción de Platón hace 2800
años, sin que llegaran a encontrar los vestigios de la ciudad perdida.
II.-Anomalías detectadas.
La anomalía más interesante es la diferencia de profundidad entre el
Mediterraneo y la zona Atlántica del Estrecho, anomalía que hace que la
parte Atlántica pese a su extensión y proximidad al Estrecho, sea mucho
menos profunda que la zona del Mediterráneo y el hallazgo de que a
finales de la Última Glaciación, la de Würm, la placa de hielo
continental que unía el Estrecho con África permitía diferencias en el
nivel del Atlántico respecto del Mediterráneo de hasta -95 metros. La
Placa de hielo, actuaba como una especie de dique natural que separaba
ambos mares, y pese a que la zona del mediterráneo era más profunda,
también el nivel del mar estaba por debajo del nivel de la Orilla
Atlántica.
Si el deshielo de esa capa fue súbito, pudo haberse inundado
súbitamente y sumergido bajo las aguas en un día, tal y como sugería
Platón. En tal caso, el impacto repercutiría a las zonas próximas al Mar
Egeo y generaría el mismo efecto en el Mar Negro, como efecto de
arrastre, por lo que únicamente quedarían en la superficie, aquellos
territorios que estuvieran elevados.
Siguiendo esta hipótesis, todo apunta a leer a Solón, que complementa a Platón.
III.-Leyendo a Solón.
Si seguimos a Solón, podemos deducir que:
La historia de la Atlántida -se afirma— comenzó nueve mil años antes de que ocurriera el encuentro entre Solón y el sacerdote egipcio que trae consigo el relato. Se trata de ligar la propuesta platónica de comunidad política con una tradición griega antiquísima cuyo carácter remoto y ancestral vienen a enfatizar la autoridad de Solón y la sabiduría egipcia. El relato revela incluso cómo las prudentes instituciones egipcias dependen de un saber ateniense aún más antiguo, que sin embargo está vedado a los griegos por razones metereológicas o cósmicas: terremotos, maremotos y cataclismos diversos destruyen cíclicamente las civilizaciones, que —por perder la memoria de la escritura— pierden todos los registros de su historia primigenia. “Los griegos son siempre niños”, dice el egipcio a Solón: no reconocen su historia a lo largo del tiempo y desconocen lo ocurrido cuando Atenas enfrentó a la impetuosa Atlántida.
Curiosa remisión de Solón.
Una de las claves implica que los Egipcios no llegaron a traspasar al
Atlántico, lo que ubicaría el continente perdido en el ámbito de
influencia del Mediterráneo.
Si tomamos en cuenta que a Solón, este relato se lo transmitió el
Sacerdote Egipcio, resalta la mención de que los “Griegos” olvidaran su
historia antigua. De alguna manera, hubo Guerras entre la Atlántida y la
Grecia antigua, 9.000 años antes de que el Sacerdote Egipcio le
transmitiera a Solón este “Secreto”.
IV.-La desaparición de la Atlántida.
La actividad volcánica, las reversiones geomagnéticas y el deshielo
en las glaciaciones están bastante relacionados entre sí, según los
últimos datos, tal y como vimos en STV22022012, algo que Platón y Solón ya comentaban.
La cuestión de las diferencias de nivel entre los mares en los
periodos finales de la Glaciación, explica igualmente el proceso de
salinización del Mar Negro.
La Salinización del Mar Negro. Las pruebas de Carbono 14 realizadas
en diversos puntos sedimentarios del Mar Negro, indican que éste era de
agua dulce en datación de unos 7.500 Años. Si tenemos en cuenta los
relatos de Platón, hace 2.800 años, los datos parecen encajar.
Igualmente encajan los datos con el nivel del Mar a finales de la Glaciación Würm, tal y como vimos en STV22022012.
V.-Evidencias “Clave” que apuntan a la ubicación de la Atlántida.
Pero sin duda, la mejor recopilación de evidencias clave que apuntan a
la ubicación de la Atlántida, es obra de un Español: Paulino Zamarro
Sanz, Ingeniero Técnico en Química Industrial y Experto en
Medioambiente. En su obra Del Estrecho de Gibraltar a la Atlántida (Cuya lectura recomendamos), expone con un exquisito rigor, las claves para la ubicación del “Continente Perdido de Platón”.
Reproducimos seguidamente un breve resumen de las claves fundamentales que sostienen la teoría de Zamorano Sanz:
A.-Formación de la Atlántida.
1º.-Las lenguas ibéricas, el vasco, el etrusco y el bereber,
presentan una serie de similitudes fundamentales que sólo se explican
mediante un claro contacto entre dichos pueblos. Estas similitudes se
explican tan sólo con un nexo de facilitación de las migraciones. La
Unión del Continente africano con el Europeo desde la Placa de Hielo de
Gibraltar, explicaría ese nexo de unión. Las épocas encajan y también
los vestigios encontrados en el estudio de la última fase de la
Glaciación Würm.
2º.-Los vestigios hallados en los datos correspondientes a la época
referida por Solón y Platón, (Última fase Würm) muestran una diferencia
de nivel de -95 metros entre el Mediteráneo y el Océano Atlántico, algo
que únicamente sería posible si existiera esa placa de hielo. En el
mismo sentido las conclusiones del Team de Paul Bauman, ya citado anteriormente.
3º.-La colmatación de materiales, sedimentos para la formación del
Istmo de la Atlántida, parece un proceso sedimentario de las cuencas de
los ríos Guadiana y Guadalquivir. La formación de la unión de Cádiz y
San Fernando, es análoga a la colmatación histórica del Lago Ligur.
Igualmente sucede con la formación del Coto de Doñana, o la Rábida, etc…
4º.-Estabilización de niveles óptimos por sedimentación en el
Mediterráneo estaba a -95 metros del nivel actual, lo que facilitaría la
formación del Istmo de la Atlántida que tendría unos 5.300Km2. Esta
Isla tendría cimas que serían las actuales Islas Cícladas del Mar Egeo,
el resto serían llanuras sedimentadas. Las mareas y los vientos de
Levante y Poniente que azotan el Estrecho, llegarían a facilitar
sedimentación de una anchura máxima de 30Km en el Istmo Atlante.
B.-Desaparición de la Atlántida:
1º.-Ruptura del istmo: El deshielo progresivo fue nivelando
lentamente haciendo comer terreno, rompiendo las llanuras de la
Atlántida e inundándola progresivamente. De ahí la canalización descrita
en fases intermedias anteriores a su desaparición. La Actividad Sísmica
y la Ruptura definitiva del Hielo del Estrecho, produjo un súbito
Tsunami que inundó definitivamente el Istmo de forma brusca e inundó
también el Mar Negro que dejó de ser un Mar de agua dulce, para
convertirse en un mar de agua Salada.
2º.-Duración del proceso, tal y como señala Zamorano, para estimar su
duración, se han realizado cálculos hidráulicos, en función de las
velocidades del flujo circulante y de los perfiles mínimos de los
estrechos de Gibraltar y del Bósforo. De dichos cálculos se deduce que,
para llenar el Mediterráneo se necesitaron 39 días y para llenar el mar
Negro unos 13 meses, si bien las zonas llanas de la Atlántida debieron
tardar en desaparecer bajo las aguas tan solo 2 o 3 días.
3º.-Datación: Siguiendo a Zamorano, Se han realizado estudios
oceanográficos y pruebas del carbono 14 en los sedimentos del mar Negro,
gracias a los cuales se puede determinar cuándo cambió este mar de
salinidad. De acuerdo con dichas pruebas, estos hechos debieron ocurrir
hace aproximadamente 7500 años.
Recreación de la ubicación del Istmo de la Atlántida
Saquen sus propias conclusiones.
Bibliografía recomendada.
CAMERON, A. (1983) “Crantor and Posidonius on Atlantis”, CQ 33, 1: 81-91.
GILL, Ch. (1977) “The genre of the Atlantis Story”, CPh. 72, 4: 287-304.
GILL, Ch. (1979) “Plato’s Atlantis story and the birth of fiction”, Philosophy and Literature 3: 64-78.
GRIFFITHS. J.G. (1985) “Atlantis and Egypt”, Historia 34: 3-28.
ROSENMEYER, T:G. (1956) “Plato ́s Atlantis myth. Timaeus or Critias?”, The Phoenix 10 (4): 163-172.
VIDAL-NAQUET, P. (1964) “Ahènes et l’Atlantide. Structure et signification d’un mythe platonicien”, REG 77: 420-444.
fuente/StarViewerTeam International 2012.
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