Como defendernos de un ataque psíquico.

"Tal como se publca en el libro "Manual de Autodefensa Psíquica", hay un amplio espectro de perturbaciones de los que podemos ser víctimas con origen en el campo espiritual, astral, mental o energético i que nos rodea, tanto de las personas potencialmente enemigas, como aquellas que están mal -física o anímicamente- e inconciente e involuntariamente, nos perturban. 

Aquí enseñaré como identificar esas problemáticas. 

Vampirismo energético.

¿Quién no ha experimentado esa desagradable sensaciòn, luego de estar junto a una persona enferma o con problemas muy acusados, de quedar "desenergetizado", aún cuando un rato antes nos sentíamos plenos y vitales?. Eso es el "vampirismo energético", que no es necesariamente algo que alguien nos provoca adrede, sino un proceso que naturalmente hace pasar energía de quien tiene más a quien tiene menos. El síntoma más evidente es, precisamente, esa brusca "caída" en nuestra vitalidad. 

 La envidia.

 Es la forma más peligrosa de ataque psíquico, porque es sutil, lento, a través de meses o años, bloqueando nuestros caminos y debilitando nuestras fuerzas. Para cuando notamos que algo anda mal en nuestras vidas desde hace demasiado tiempo, a veces ya es tarde. Como todo "ataque psíquico", el síntoma más elemental es que distintos aspectos de nuestra vida (económico, afectivo, salud física, amistades) comienzan a deseuilibrarse independientemente entrer sí, y más o menos al mismo tiempo. Residuos psíquicos en la casa 

Así como si apago una estufa encendida el calor permanecerá más o menos tiempo en el ambiente, así, cuando nos visita alguien con "mala onda", esa negatividad queda un tiempo en nuestravivienda. Ni qué decir tiene, cuando vamos a lugares negativamente cargados, como hospitales, cárceles, etc.Esos "residuos psíquicos" pueden ser absorbidos por nuestro aura y complicar nuestra existencia. síntomas más inmediatos: cuando sorpresivamente aparecen "imponderables", de un dia para el otro y cosas que estaban por salir de golpe son rechazadas o anuladas. 

Ataques psíquicos conscientes.

Es lo que vulgarmente se llama "maleficio" o "brujería", en alguna nota de esta misma revista, en su momento, hemos explicado científicamente la realidad de su existencia. Y que alguien "no crea" en ello no lo pone a resguardo, de la misma manera que aunque yo "no crea" en la Ley de Gravedad, si me asomo demasiado por la ventana, evite hacerme mermelada contra el piso. 

Claro que no es "bruja o brujo" cualquiera que diga serlo, y hay que tener mucho conocimiento (y requiere mucho dinero) para perturbarnos con ello, lo que significa que, si me aprieto el dedo con una puerta, no es necesariamente porque mi ex suegra me haya hecho una brujería. Pero, circunstancialmente, es posible cruzarse en la vida con alguien que no reparará en esfuerzos y gastos para provocarnos ese ataque psíquico, y las consecuencias pueden ser desastrosas. Síntomas más inmediato: sentir olor a carne descompuesta o flores descompuestas, olor que viene y se va. Si lo siente una sola persona, es que ella ha sido víctima de un ataque de esta naturaleza. Si distintas personas lo sienten, es que el lugar físico donde se encuentran es donde se ha hecho la brujería. 

Parásitos astrales. 

Son seres de muy baja vibraciòn que coexisten con nosotros en planos vibratorios paralelos a nuestra realidad. 

Son parásitos, es decir, se alimentan, para sobrevivir, del "cuerpo astral" de seres vivos, como nosotros. El síntoma de la presencia de éstos en nuestra cas es despertar a la mañana con moretones o "cardenales" que aparecieron durante la noche sin causa física aparente, y que luego de unos días vuelven a aparecer pero en distintos lugares del cuerpo. Para solucionar todas estas perturbaciones debe acudirse a un profesional en Parapsicología, ya que los "consejos" de amigos, o "recetas" de revistas de interés general, si bien buenamente intencionados, carecen de profundidad, seriedad y experiencia. 

Y, por otra parte, cada caso requiere un estudio pormenorizando y personalizado para descubrir el origen de esas perturbaciones.