martes, 6 de noviembre de 2012

Economía. El mayor expolio jamás contado: rescates y banco malo. Por Roberto Centeno.

 
Por Roberto Centeno
"¿Cuánto dinero nos ha costado el sistema financiero? Es algo que solo puede ser estimado porque todo el proceso se realiza sin transparencia alguna, sin que nadie haya justificado el porqué del rescate indiscriminado de todas las entidades, algo que no ha sucedido en ningún lugar del planeta."

Creo que la mayoría de los ciudadanos no son conscientes aún de lo que está ocurriendo en nuestro país. Están privando a la gente de sus medios de supervivencia para financiar un modelo de estado inviable, que despilfarra más de 100.000 millones anuales en 17 estructuras con todos los elementos e instituciones propias de un estado, con dos millones de enchufados y donde la incompetencia y la corrupción institucional y personal son la norma. Todo para mantener un sistema financiero quebrado, que nos cobra las comisiones y los intereses más altos de Europa, y para enriquecer sin límite a cuatro empresarios monopolistas.

Es tal como suena: están destruyendo la clase media, llevando a la miseria a la clase trabajadora y condenarán al hambre a pensionistas y parados. Y esto no se arregla, no hay brotes verdes ni nada que se le parezca. Como señalaba el viernes el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en la revista Capital, “España está ahora peor que hace cinco años, no hay ninguna base para decir que estemos más cerca del final de la crisis, no hay luz al final del túnel”. Lo mismo opina Walter Münchau, el analista estrella de FT, para quien España no tendrá crecimiento hasta final de la década.

Esto es lo que lleva a inversores y grandes ahorradores a poner a salvo su dinero. La salida de capitales totaliza 247.000 millones en ocho meses, el 24% del PIB; no hay país que pueda soportar esa sangría. Además, la mayoría de multinacionales con filiales en España ya no reciben ni un euro de sus matrices para financiarse, como era habitual, y tienen que hacerlo con los bancos locales a unos tipos de interés mayores, porque si España quiebra solo pierden la filial, pero no los cientos de millones que normalmente les prestaban. Todo está muy claro para quien tenga ojos. Y es que todas las medidas del Gobierno están acelerando la espiral deflacionista creada por Zapatero, están destruyendo la economía productiva y el poder de compra de las familias, lo que lleva la nación al desastre. 

Ya dan igual las mentiras… ¿cómo el INE puede tener la desvergüenza de afirmar que el PIB 3T ha sido menos malo que el anterior, si todos sus componentes, desde el consumo a la inversión, han caído entre tres y cuatro veces más y hasta el saldo exterior fue menor que en el trimestre anterior? Las ventas del comercio minorista se han desplomado un 13% en septiembre, la mayor caída conocida, y las de coches, un 22%. La ligera mejoría de ingresos en septiembre es efímera: la situación de base es desastrosa, con un desfase de 26.000 millones entre previsiones y realidad, pero es que, además, los inspectores de hacienda alertan del efecto “yoyó” en el IVA, esto es, se adelantaron compras que ahora se contraerán, por lo que estiman una caída de ingresos hasta fin de año. Todos los indicadores adelantados muestran que la recesión se acelera y que el paro llegará a 6 millones a finales de año.

Y, después, el acabose: CC.AA. y ayuntamientos, que han necesitado 60.000 millones de adelantos del Estado en 2012 para no quebrar y que tienen los cajones rebosantes de facturas sin pagar, deben ya más de 10.000 millones a la Sanidad y a los autónomos, que se sepa. “Van muy bien y cumplirán con el objetivo de déficit”… es, simplemente, alucinante. Según el Foro Económico Mundial, España está a la cola en control del déficit… ¡por detrás de 134 países! No es posible tocar un solo sector en el que la mentira y el robo a los ciudadanos no adquiera ya tintes de tragedia.

Un rescate indiscriminado al margen de la Ley
En el sector financiero, la gestión de la crisis no es que haya sido disparatada, es que es de cárcel. En EE.UU. y Reino Unido se afrontaría el problema del sector financiero primero cuando tocaba, y no cinco años más tarde, y luego en forma radicalmente diferente. Hank Paulson, secretario del Tesoro y expresidente de Goldman (no como los indocumentados que nos gobiernan), y su homólogo británico se negarían a comprar activos tóxicos y, en su lugar, comprarían acciones y preferentes, es decir, lo bueno, lo malo y lo regular. Cada banco se deshace como puede de sus activos y cuando el mercado se estabilizase, venderían las acciones obteniendo un beneficio. En EE.UU. y en Reino Unido ya casi todas las entidades están en ello.

El problema es que, aquí, la oligarquía política depende de la financiera, que financia su despilfarro, y que los españoles somos un pueblo inculto y ovejuno incapaz de reaccionar. ¿Cuánto dinero nos ha costado el sistema financiero? Para saberlo hay que sumar todo: lo entregado, lo comprometido y los avales, algo que solo puede ser estimado porque todo el proceso se realiza sin transparencia alguna y sin que nadie haya justificado el porqué del rescate indiscriminado de todas las entidades, algo que no ha sucedido en ningún lugar del planeta. 

Empecemos: CCM, su coste (“no costará un euro al contribuyente”, dijo MAFO, que debería estar procesado) 9.000 millones; esquema de protección de activos o compromiso de garantizar las pérdidas, Unnim, CAM, Pastor, etc., 25.000 millones; dinero pedido hasta ahora al FROB, 11.000; Bankia, 19.000 descontando los 4.500 millones del FROB; rescate europeo avalado por España, 40.000 millones para empezar, de los que apenas se recuperará la mitad; 61.000 millones al banco malo, con una pérdida estimada del 35%, es decir, 21.000 millones, y lo que venga, que vendrá. Subtotal a día de hoy: 105.000 millones.

Y esto no es todo. Hemos avalado refinanciaciones de deuda y emisiones de la banca por 150.000 millones. ¿Cuánto serán los fallidos? No lo sabemos, pero dada la situación de la economía, un 40 o un 50% no serían cifras disparatadas. Seamos optimistas y pongamos un 40%: 60.000 millones; lo sumamos a lo anterior y el expolio del sector financiero a los españoles asciende a 165.000 millones. Y todo para salvar a ocho bancos o grupos de cajas que deberían ser cerradas porque ni son necesarias, ni ejercen función económica alguna (excepto la compra de deuda pública para financiar el despilfarro) ni prestan un euro a la PYMEs, que son las que de verdad crean empleo y tienen a cerrar a millares con negocios sólidos. España ocupa el lugar 121º del mundo en posibilidad de conseguir crédito empresarial. Es de juzgado de guardia.

Pese a este gigantesco expolio nadie ha respondido de nada; no importa que la gestión desastrosa no fuese solo pura incompetencia, sino también acciones claramente delictivas. Además, todo lo explicado ha sido decidido con una opacidad absoluta y al margen de cualquier control judicial sobre la legalidad de los actos. Se fuman un puro con la Ley y con el Estado de Derecho, no digamos ya con el dinero de los españoles; ni cumplen los plazos para formular cuentas, ni cumplen la obligación de consolidar cuentas, ni dan información alguna de la razón de sus actuaciones. Han decidido, además, que todo el peso del rescate recaiga sobre los contribuyentes mientras que los bonistas, en buena parte extranjeros, no asumen pérdida alguna; esto es un fraude inaceptable que no ha ocurrido en país alguno. El día que exista una justicia independiente, todas las personas responsables de semejante expolio deberían ser procesadas por presunta malversación masiva de caudales públicos.

El ‘banco malo’, ¿quién pone el dinero?
Y, así las cosas, ahora se disponen a despilfarrar hasta 90.000 millones de euros en la compra de activos tóxicos a precios muy por encima del mercado. La primera tacada iba a ser de 44.000 millones, pero en cuatro días ha subido a 61.000, porque han aparecido cuatro entidades quebradas más. ¿Pero quién hace los números en el Gobierno? Y, ¿quién pone el dinero? La excusa de estos trileros era que 50.000 millones los pondrían inversores privados y 40.000 los españoles. Como era previsible, ningún inversor privado está dispuesto a poner un euro. ¿Y al final cómo se arregla? Muy fácil, el dinero lo ponemos íntegramente nosotros.

Otra cosa diferente es que como eso es invendible, y la gente que ya insulta por la calle a los políticos en cuanto les ve podría ir más allá de las palabras, lo van a disfrazar de alguna manera. La más probable es que obliguen a los bancos ‘sanos’ a participar, a base de que también nos quedemos con su porquería a precio de oro molido y, además, les garanticemos su dinero con nuestras vidas y haciendas. Al final, quien pondrá los 90.000 millones seremos nosotros y las pérdidas, calculen el 35% incluyendo el coste de gestión, que va a ser espectacular.

Pero es que no son 90.000 millones. Según el BdE, el volumen de activos tóxicos inmobiliarios que los bancos tienen en sus balances es de 180.000 millones de euros, de los cuales 73.000 son suelo, cuyo valor es cero, por lo que el agujero no será inferior a los 120/130.000 millones. Y tampoco esas cifras representan la magnitud del desastre, ya que la deuda de las promotoras y constructoras con la banca asciende a 400.000 millones y la casi totalidad están quebradas, lo que significa que sus créditos son incobrables. 

¿De dónde saca el BdE que solo son 180.000 millones los activos tóxicos ligados al ladrillo? Y los otros 220.000 millones, ¿acaso son triple A? El agujero a tapar rondará los 250.000 millones

Los descuentos de toda la basura, porque lo bueno se lo quedan ellos, serán del 54% para pisos terminados, del 63% para pisos sin terminar y del 79% para el suelo, unos descuentos que los inversores internacionales consideran muy por debajo de los de mercado. El Ayuntamiento de Madrid ha tenido que dejar desierta la subasta de seis inmuebles Premium en el centro de la capital, para los que ofrecía un descuento del 50%, mientras que descuentos del ‘banco malo’ para este tipo de activos son del orden del 40%, aunque la media sea del 54%. La razón de que la subasta quedara desierta fue que el descuento, según los interesados, debería llegar al 80%. O sea, que el ‘banco malo’ pagará casi el doble de su valor real. 

Pero el expolio no se limita a adquirir activos tóxicos por encima de mercado. Estos depredadores van a crear una enorme estructura para aparcar decenas de miles de pisos y millones de metros cuadrados de terrenos durante 15 o 20 años, que habrá que mantener y vigilar, y cuyo deterioro corre a nuestra costa, un costo enorme que hasta ahora soportaban los bancos. Un tinglado gigantesco donde toda corrupción es posible, donde van a colocarse miles de amigos del poder, donde se van a forrar notarios, abogados, asesores, y los amigos que consigan meter la nariz en este disparate incontrolable, que va a gastar nuestro dinero como si fuera confeti, razón por la cual ya hay puñaladas por conseguir un puesto en el mismo.

Lo que ya resulta el mundo al revés es que los responsables del desastre, que han sido incapaces de gestionar el proceso, se postulan ahora para gestionar el ‘banco malo’, y el problema no es solo el dinero que se van a llevar, que también, sino el desastre que van a organizar con nuestro dinero. El rescate indiscriminado y al margen de la ley del sistema financiero es después del modelo de Estado, la segunda causa de la ruina de España. Por ello, les recuerdo lo de siempre: pongan sus ahorros a salvo y cuanto antes; abran una cuenta fuera -Santander y BBVA se lo ofrecen a sus clientes vip- o, más sencillo, compren productos de inversión extranjeros en su banco que se rijan por la ley americana, alemana o similar, no compren productos de inversión españoles sometidos a la ley española. 

fuente/ Cotizalia


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